Marval, O'Farrell & Mairal - 100 Años
Oblea decorativa que acompañaba los títulos de Patentes y Marcas que se entregaban a clientes.
En 1923 los hermanos Juan y Enrique Marval de fundaron la firma con el nombre de J.A. & E. de Marval. En la década de 1930 se incorporó un socio inglés, Reginald Huntington, y el Estudio pasó a llamarse Marval, Huntington & Marval. Posteriormente, Juan de Marval se separó del Estudio y su hermano Enrique buscó nuevos socios. Así, se sumaron los Dres. Augusto Rodríguez Larreta y Jorge O’Farrell, y se modificó el nombre: Marval, Rodríguez Larreta y O’Farrell. En 1948 falleció Rodríguez Larreta y el Estudio pasó a llamarse Marval & O’Farrell, hasta que, en 1991, se incorporó Héctor Mairal y nuestro Estudio encontró su nombre actual: Marval O’Farrell Mairal.
“En ese momento, decidimos hacer un branding muy fuerte para poner el nombre de Marval delante del nombre de los abogados individuales”, señala un socio ya retirado que fue protagonista de este cambio. Nuestra estrategia en los últimos 15 o 20 años se enfocó en que Marval sea el primer nombre en el que piensan los clientes cuando tienen un asunto legal en la Argentina.
Jorge O´Farrell dando un discurso
“Cuando era joven y estaba viviendo en París con mi papá, tuve que tomar una decisión: quedarme en Europa o volver a Argentina y convertirme en abogado. Decidí volver a la Argentina” (Jorge O'Farrell).
Juan Cambiaso, un socio ya retirado que trabajó con Jorge O'Farrell, dice que el llamado de Jorge para ser abogado tenía que haber sido muy fuerte. “Jorge era un tipo que cuando entraba, sin importar adónde fuera, te dabas cuenta de que jugaba en una categoría superior”.
Jorge O’Farrell nació en Buenos Aires en 1915 y cursó estudios primarios en París y secundarios en el Colegio del Salvador. En 1938 se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y entró entonces a nuestro Estudio.
En 1948 falleció el Dr. Rodríguez Larreta y, al poco tiempo, Enrique de Marval. Entonces, Jorge O’Farrell se quedó solo al frente del Estudio: tenía solamente 32 años. A partir de ese momento Jorge convirtió la prestigiosa agencia de patentes y marcas –que estaba muy bien posicionada en el mercado– en nuestro Estudio de abogados: uno de los más importantes de Latinoamérica. Manejar un Estudio en un país inestable era sumamente difícil, pero Jorge no solo lo hizo muy bien, sino que además estableció los principios fundamentales de Marval. Cuando Jorge murió, a los 85 años, el Estudio ya había crecido.”